Las comunicaciones, el intercambio de información, constituyen el sistema nervioso de nuestra sociedad. Al igual que las neuronas y sus sinapsis en los seres humanos y otros mamíferos transmiten los impulsos del cerebro a todo el cuerpo, también el gran sistema nervioso de las comunicaciones, formado por innumerables nodos y conexiones, transmite la información a todos los lugares del planeta. Con una diferencia importante: si en el sistema nervioso animal existe un centro (el cerebro) que controla todo el proceso, la gran red de comunicaciones tejida en la superficie de nuestro planeta opera como una suerte de inteligencia distribuida por innumerables nodos.
En un origen, el desarrollo de las redes de datos aparece vinculado especialmente al proceso productivo y a las necesidades de comunicación de los gobiernos y los centros de decisión militar. Desde ahí, el uso de las redes se ha extendido progresivamente a casi todos los ámbitos de nuestra existencia, replanteando nuestro consumo, nuestro ocio, nuestras necesidades y nuestros pensamientos. Las consecuencias psicológicas, sociales y antropológicas de todo ello son incalculables, y hoy apenas comenzamos a entreverlas.
El intercambio de información a distancia es tan antiguo como la propia Humanidad y la existencia del lenguaje y, posteriormente, de la escritura. En el siglo XIX, sin embargo, se produce un avance que revoluciona las comunicaciones: la transmisión de información a través de un conductor eléctrico. Primero la telegrafía y después la telefonía, ya plenamente establecida (aun en su forma primitiva) a fines del XIX, alumbran un nuevo modelo de comunicación basado en la inmediatez. Durante el siglo XX la red telefónica experimenta un desarrollo exponencial, y a partir de la década de 1960, con el desarrollo de los ordenadores, aparece un nuevo actor en juego: la información digital.
El desarrollo de las redes de comunicaciones y su interconexión ha requerido la formulación de un gran número de protocolos y estándares y de la elaboración de un modelo de referencia en el que ubicarlos. Ese modelo de referencia, introducido en la Unidad 1 —junto con algunos otros conceptos básico para comprender las comunicaciones—, será una guía para el estudio de las redes de datos y telefonía.
La Unidad 2 aborda la infraestructura propiamente dicha de las redes de datos: en esta unidad se estudiarán los medios de transmisión de las redes, las canalizaciones por las que discurren, los tipos de conectores…
La red telefónica es el objeto de la Unidad 3. En ella se explica el funcionamiento de la red telefónica pública conmutada, en sus versiones analógica y digital, de la telefonía móvil y de la transmisión de voz y datos a través de ambas. También se abordan las redes de telefonía privadas o sistemas PBX.
La Unidad 4 aborda el funcionamiento y configuración de las capas superiores de las redes de datos. Se estudia la pila de protocolos TCP/IP —que constituyen la médula espinal de Internet— y las funciones asignadas a cada uno de estos protocolos. También se explica extensamente cómo configurar la red en diversos sistemas operativos, así como a configurar redes mixtas con equipos Windows y GNU/Linux.
La robustez y versatilidad de los protocolos TCP/IP parecen marcar una tendencia en la que toda la comunicación (datos, voz, televisión, vídeo) se transmitirá a través de paquetes IP. En particular, las redes de voz sobre IP (VoIP) son una solución de creciente implantación en empresas e instituciones de todo tipo. La Unidad 5 tiene como objeto el estudio de la telefonía IP y analiza el creciente proceso de convergencia de voz y datos. Se introduce Asterisk, un potente sistema de comunicaciones VoIP con licencia de software libre, explicando su instalación y configuración básica.
El texto y contenidos de este libro está adaptado al currículo del módulo formativo Infraestructuras de redes de datos y sistemas de telefonía, perteneciente al Título de Técnico de Instalaciones de Telecomunicaciones, según el Real Decreto 1632/2009 (publicado en el BOE de 30 de octubre), y que forma parte de la oferta de formación profesional relativa al Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales.
Nos hemos esforzado por dar a la obra un marcado contenido práctico, tratando de combinar este carácter con el rigor y la profundidad en las explicaciones de los conceptos y las tecnologías estudiadas. Todas las Unidades cuentan con su Test de Autoevaluación y sus Actividades Prácticas para que el alumno pueda comprobar sus conocimientos y afianzar lo aprendido. Las Unidades 2 a 5 cuentan también con extensas Prácticas profesionales, en las que se aborda metódicamente la resolución de problemas concretos, aplicando lo aprendido a lo largo de la Unidad.